Elegir la forma jurídica adecuada es uno de los pasos más importantes al iniciar una actividad empresarial. En 2025, con los cambios fiscales y legales vigentes, resulta fundamental analizar bien si te conviene darte de alta como autónomo o constituir una sociedad limitada. En Gestoría Cano, te ayudamos a tomar la mejor decisión según tu caso.

💡 Diferencias clave entre autónomo y sociedad

✔ Responsabilidad legal
Mientras que el autónomo responde con todo su patrimonio personal, la sociedad limita la responsabilidad al capital aportado (salvo excepciones).

✔ Fiscalidad
El autónomo tributa por IRPF, que es progresivo y puede alcanzar tipos altos según los beneficios obtenidos. Por otro lado, la sociedad paga Impuesto de Sociedades, con un tipo fijo del 25% (o 15% para nuevas empresas durante los dos primeros años con beneficios).

✔ Costes de gestión
Generalmente, los autónomos enfrentan trámites más sencillos y menores costes iniciales. En contraste, las sociedades requieren más formalidades, una contabilidad más estricta y conllevan un mayor coste de constitución y mantenimiento.

✔ Imagen profesional
Además, una sociedad suele transmitir mayor confianza y credibilidad ante clientes e inversores.

✔ Contratación y crecimiento
Asimismo, las sociedades ofrecen más flexibilidad para incorporar socios, contratar personal o recibir inversión.

Consejo: muchas personas comienzan como autónomos y luego, cuando el negocio crece, dan el paso a constituir una sociedad.

🧾 ¿Qué conviene más en 2025?

En términos generales, si vas a iniciar una actividad con ingresos bajos o moderados y sin socios, optar por ser autónomo puede ser lo más rentable en un primer momento. Sin embargo, si esperas generar beneficios elevados, asumir riesgos o necesitas proyectar una imagen profesional más sólida, crear una sociedad podría ser la mejor opción.

Como consejo práctico, muchas personas comienzan como autónomos y, cuando su negocio crece, dan el paso a constituir una sociedad para aprovechar sus ventajas.